La intención del plan, orquestado por la llamada Coalición de Líderes de la Oposición Ilegal de Guinea Ecuatorial, COALIPGE, era sembrar el terror en Malabo y Bata, con acciones que acapararían la atención de la comunidad internacional y que, según ellos, les convertiría en héroes.

La idea, programada para el próximo día 29 del presente mes, era, por un lado, formar un grupo de veinte individuos que actuarían en la detonación simultánea de cuatro gasolineras, dos en cada una de las principales ciudades del país. Y, por otro, atacar a sangre fría a los miembros de Gobierno en sus residencias, siendo el Primer Ministro, el blanco perfecto. También estaba previsto asaltar algunas embajadas radicadas en Guinea Ecuatorial.

Desde la aparición de las redes sociales en Guinea Ecuatorial, se han venido escuchando audios de instigación a la violencia y a las manifestaciones ilegales en el país, injurias y calumnias a personalidades públicas; incluyendo al Jefe de Estado.

Es una de las campañas en las que COALIPGE toma parte, cuyos miembros actúan con seudónimos. Como es el caso de Angüe Anguan, apodado Émuan Nkoa-Nguema, en español, hijo de Nkogo Nguema.  

Los constantes planes para confundir a la opinión pública nacional e internacional sobre el supuesto bajo nivel de vida de los ecuatoguineanos no han tenido éxito. Por ello, se han unido en bloque con el objetivo de crear otra estrategia más sangrienta que responda a sus propios intereses. En este sentido, COALIPGE y sus aliados han ido lejos con una operación más profunda, cuyo propósito era desestabilizar el país.

Hace 18 meses, Guinea Ecuatorial enterró a más de cien hijos fallecidos en la tragedia del 7M en Bata; un dolor que el país todavía no consigue superar. Sin embargo, es sorprendente que los propios ecuatoguineanos estén planificando derramar más sangre de forma consciente.

Pero esta vez les ha salido el tiro por la culata. La inteligencia ecuatoguineana ha interceptado su plan de crear un caos a gran escala en el país que, no sólo devolvería las lágrimas a los ojos de sus compatriotas, sino que también ralentizaría el programa de desarrollo y recuperación económica trazado por el Gobierno. Por ahora, se ha detenido a algunos en Bata y Malabo y la investigación sigue abierta.

Texto y fotos: Gabinete de Prensa e Imagen de la Vicepresidencia de la República

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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