Se celebra la fiesta del cacao en Rébola
enero 29, 2010
Rébola, capital del distrito del mismo nombre, a unos nueve kilómetros de Malabo, es el lugar de la celebración del Día del Cacao cada 27 de enero.
El alcalde de la villa, Don Ignacio Bita Bolekia, explicó a www.guineaecuatorialpress.com, que la fiesta es muy antigua y se celebra en homenaje a la señora E-Katô, rebolana de nacimiento, que introdujo a los isleños al cultivo de cacao a partir de un fruto de cuya procedencia carecen de referencia concreta. Por eso, en Rébola, (que significa “Pueblo de los Niños”), la fiesta se celebra cada año.
En el pasado esta fiesta se celebraba individualmente, ya que cada finquero la festejaba con su familia. Cuando la producción de cacao aumentó y los habitantes empezaron a organizar concentraciones grandes, se instituyó el Día del Cacao, llamado también Fiesta de E-katô..
Durante el festejo, los participantes se concentran y llevan ofrendas de alimentos y bebidas tradicionales. Un ungüento se reparte entre los asistentes a la fiesta, como bendición ancestral. La apertura recae en un anciano que realiza un pregón en la lengua tradicional bubi, con el legado de E-Kató, animando a los isleños a seguir dedicándose a este cultivo, que es fuente de riquezas, así como al del resto de la agricultura. Por este motivo, para mucha gente, este festejo es también conocido como La Fiesta del Agricultor, y a ella acuden tanto los habitantes bubis del pueblo, como gente de todas partes.
En la fiesta también hay otros actos tradicionales, como una ceremonia religiosa, o la recogida de agua salada de la playa, para regar los terrenos: una antiguo ritual que, según las creencias, ayuda a purificar los cultivos y aumentar su fertilidad. En la plaza los asistentes se sientan por grupos familiares y participan de los platos preparados al efecto. Y por supuesto, no faltan la preparación de la comida comunitaria y los bailes tradicionales y modernos.
En la fiesta también hay otros actos tradicionales, como una ceremonia religiosa, o la recogida de agua salada de la playa, para regar los terrenos: una antiguo ritual que, según las creencias, ayuda a purificar los cultivos y aumentar su fertilidad. En la plaza los asistentes se sientan por grupos familiares y participan de los platos preparados al efecto. Y por supuesto, no faltan la preparación de la comida comunitaria y los bailes tradicionales y modernos.
El Alcalde asegura que habrá continuidad de este festejo mientras prevalezca la producción del cacao, de la malanga, del ñame, del plátano, etc. Como todas las localidades del país, el pueblo de Rébola cuida con esmero las fiestas tradicionales que mantienen a sus ciudadanos unidos en estrecha relación con sus antepasados.
Texto: Patricio Meñe Micha Abeme.
Imágenes: Mansuelo Loeri Bomahagasi