Premio UNESCO-Guinea Ecuatorial: Donaciones ecuatoguineanas sin polémicas
Aquellos que durante años han retrasado la puesta en marcha del Premio Unesco-Guinea Ecuatorial, promovido por el Presidente Obiang para la investigación en enfermedades que afectan al continente africano, se olvidan de una importante realidad: que la solidaridad de nuestro país ya se ha demostrado en la práctica con otras donaciones millonarias en casos de catástrofes y otros muchos actos anteriores.
Inmediatamente después de la aprobación, por parte del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, del Premio Internacional UNESCO-Guinea Ecuatorial, promovido por el Presidente Obiang Nguema Mbasogo, los representantes de algunas de las llamadas ONG´s, que durante años han sembrado la discordia y la polémica en torno a este premio, ya estaban emitiendo su juicio particular y condenando la decisión libre de los países que tomaron parte en la votación final.
Sin embargo, todas aquellas entidades que han promovido durante años esta estéril polémica olvidan que Guinea Ecuatorial ya ha dedicado, en otras muchas ocasiones, parte importante de sus fondos a objetivos benéficos, y a paliar situaciones catastróficas y adversas, en las cuales la solidaridad es fundamental. El último de estos casos se ha dado hace apenas una semana, cuando se enviaron cerca de cuatrocientas toneladas de ayuda humanitaria a la vecina República del Congo, para socorrer a los afectados por la catástrofe producida tras la explosión de un depósito de municiones.
Pero desde luego, ésta no es en absoluto la única ocasión en la que el pueblo ecuatoguineano demuestra su solidaridad en acciones caritativas impulsadas, gran parte de las veces, por el Presidente de la República. En marzo de 2011, el Gobierno aprobó la sugerencia presidencial de enviar a Japón una ayuda solidaria de 500.000 dólares, tras el terrible terremoto sufrido por el pueblo nipón. En el año 2009, tras la sobrecogedora tragedia de Haití, envió una donación de dos millones de dólares al pueblo haitiano.
La ayuda de Guinea Ecuatorial también ha sido enviada a Estados Unidos -uno de los países que, paradójicamente, más ha mostrado su rechazo al galardón UNESCO- que la recibió en 2005, después de que la ciudad de Nueva Orleans fuese devastada por el ciclón tropical Katrina. También Guinea Ecuatorial envió fondos a China para paliar los daños causados por el terremoto que destrozó el sudeste del país durante 2008. La colaboración de Guinea Ecuatorial también ha llegado a países africanos como Burkina Faso, Níger, Mali y Senegal en las inundaciones que arrasaron pueblos enteros en 2009; y en agosto del 2011, se donaron dos millones de euros para luchar contra la hambruna del Cuerno de África.
Y tampoco la UNESCO es la única institución con la que Guinea Ecuatorial colabora desinteresadamente. Por ejemplo, hace escasos meses que el Presidente inauguró el nuevo y moderno edificio de la sede del Sistema de Naciones Unidas de Malabo, financiado en su totalidad por el Gobierno de Guinea Ecuatorial.
A través de todas estas donaciones y actos, el pueblo y el Gobierno de Guinea Ecuatorial, con el impulso de su Jefe de Estado -quien suele ser el primer promotor de estas iniciativas-, pretenden compartir su actual riqueza con aquellos que sufren las tragedias y miserias de forma más directa. Ése y no otro es precisamente el objetivo del Premio UNESCO-Guinea Ecuatorial, por mucho que determinados entes interesados hayan pretendido desviar las intenciones hacia oscuros intereses.
La ayuda a la investigación de las enfermedades a las que se destinará el generoso fondo del galardón tiene además otros muchos atractivos, como el hecho de que estas dolencias –por ejemplo, la malaria- siguen afectando a gran parte de los habitantes de nuestro país. Puesto que Guinea Ecuatorial no tiene en la actualidad ni los medios, ni los especialistas que pueden atender a estas investigaciones, trabajar por medio de un organismo dedicado a la ciencia y la cultura, como es la UNESCO es, sin duda, la mejor forma de hacerlo. Pero igualmente, contribuir al avance de la ciencia supone, para Guinea Ecuatorial y para cualquier Estado africano, un gran orgullo que aumenta nuestra confianza en el país, en nuestro continente y en las posibilidades de que todos podamos ser los auténticos protagonistas de un futuro enteramente nuestro y cada día mejor.
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.