Nuevo número de Panáfrica
Con el feliz momento en que Qatar fue el país elegido para albergar el Mundial de Fútbol de 2022 abría sus páginas, en el presente mes de enero, el número 14 de la revista africana de información política, económica y desarrollo PANÁFRICA. Reproducimos el editorial de su director-editor, Cándido Ondo Nchama, quien en esta ocasión nos hace partícipes de las razones por las cuales Oriente Medio y África son dos mundos cercanos y lejanos, pero siempre obligados a entenderse.
Oriente Medio y el continente africano: dos mundos obligados a relacionarse de verdad
No es una casualidad que sólo poco menos de la mitad de los países que conforman la LigaÁrabe sean precisamente del continente africano. Pues de los 22 Estados soberanos que constituyen esta Organización internacional 10 de ellos se ubican en África.
Además de las razones puramente geográficas que evidencian la cercanía física de estas dos entidades, existen unos vínculos considerablemente profundos que ambas dos llevan manteniendo a lo largo de una historia que si bien no común en ocasiones pero sí paralela desde la noche misma de los tiempos. Estos vínculos a lo largo de milenios de obligado roce por razones obvias han acabado por forjar inexorablemente unas tradiciones culturales con muchísimos elementos compartidos cuando menos.
La supervivencia en un medio natural a veces hostil en demasía y la tenacidad en la lucha constante contra las adversidades, sin olvidar el hecho de que, tanto el Oriente Medio como tal como África en su conjunto, a lo largo de la historia de la humanidad, han sido hasta el escarnio objeto de invasiones, conquistas y sometimientos protagonizados por elementos externos. Sin duda alguna, una particularidad compartida a la que han conseguido sobrevivir a ella merced a su visión trascendental del mundo: motor de su inquebrantable fe en la fortaleza espiritual del ser humano ante el sufrimiento.
El interés hoy en día por parte de Estados y Reinos del entorno del Golfo Pérsico pudientes económicamente por invertir en el continente africano, lo cual es un balón de oxígeno a las incipientes economías de este último; o el cada vez mayor acercamiento de los países de la zona entablando relaciones diplomáticas y comerciales con África deberían considerarse como un paso de gigante al que hay que incentivar por que prospere para mayor gloria de nuestros pueblos de uno y otro lado del Mar Rojo.
A muchos no nos cabe la menor duda de que el entendimiento entre estas dos comunidades milenarias, tanto en lo político como en lo estrictamente económico y comercial, además de propiciar un escenario pródigo en cooperaciones de índole constructiva en variados campos, sería también un caldo de cultivo en el que podrían encontrarse aquellos elementos propicios que conduzcan hacia nuestro común anhelo respecto del desarrollo integral y sostenible de nuestros respectivos países.
En la medida en que ambos mundos podrían complementarse gracias a los recursos naturales que poseen, resulta más que previsible que los problemas de pobreza endémica de cada una de las partes puedan encontrar una solución con garantía de supervivencia en el tiempo.
Trabajar en estrecha colaboración y confianza mutuas en esa dirección constituye evidentemente la clave del éxito de tamaña empresa y, ¿por qué no?, el principio del fin de gran parte de nuestras desdichas personales y sociales, tanto en África como en Oriente Medio.
Cándido Ondo Nchama
Director-Editor de Panáfrica.
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.