Una mujer fue asesinada en las inmediaciones de Nkoantoma, en la ciudad de Bata. El principal sospechoso del crimen es la pareja de la víctima, en lo que podría ser un nuevo caso de violencia de género. (Se advierte que algunas imágenes de este reportaje pueden herir la sensibilidad de los lectores).

El cuerpo de la fallecida fue descubierto en la madrugada del pasado domingo día 5 en las inmediaciones del Ferial (cruce Nkoantoma Nkolombong–autopista), en la ciudad de Bata.

La víctima es ecuatoguineana, Isabel Mikue Abogo, de 30 años de edad, hija de Onofre Abeso y de Clara Abeng, natural de Ayene Esawong, zona conocida por Ayebis, en el distrito de Niefang.

El único sospechoso del asesinato hasta el momento es la propia pareja de la víctima, Santiago Edu Ndong, más conocido por el sobrenombre de Nsém, natural del consejo de poblado de Ndjioveng Esatop, distrito de Añisok (Wele-Nzas), con quien desde hacía años convivía en régimen de concubinato.

Según las primeras averiguaciones y los testimonios de algunos familiares y vecinos de la pareja, Isabel encontró la muerte tras haber sido maltratada físicamente por su amante. Este maltrato habría comenzado en el barrio de Nkolombong, donde vivían juntos, y acabó en el lugar de los hechos, a varios metros de distancia y ya cerca de la casa de su tío, en Nkoantoma, donde al parecer Isabel corrió para pedir socorro.

En el momento del levantamiento del cadáver, en presencia de los delegados y adjuntos de Bata, médico forense, efectivos de la policía nacional y numeroso público, el cuerpo de la finada presentaba pruebas de haber sido maltratado con alguna herramienta contundente, ya que se apreciaban varias heridas en la zona del cuello y debajo de la mandíbula.

El supuesto autor del crimen se encuentra actualmente en manos de la policía nacional, pues él mismo se entregó en sus dependencias. Sin embargo, al ser reconducido al lugar del crimen y ver el cuerpo de su pareja inmerso en un baño de sangre, empezó a declarar en voz alta lo mucho que la amaba y que, por ello, él nunca podría haber cometido este crimen.

Texto y fotos: Matías Nsang Esono (D. G. Base Internet).

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.