Mensaje a la nación del Presidente de la República
A continuación, presentamos el mensaje íntegro enviado por S. E. Obiang Nguema Mbasogo, Jefe de Estado y de Gobierno, con ocasión de las fiestas de Navidad y Año Nuevo 2013.
Compatriotas Ecuatoguineanos:
Al despedir el año 2012 para recibir el Nuevo Año 2013, acontecimiento que coincide con la conmemoración de la venida al mundo del Niño Dios, nuestro gran deseo es que la paz, prosperidad, armonía y felicidad reinen en todos los hogares ecuatoguineanos. Que estos momentos sean de alegría y de verdadera esperanza para el Pueblo de Guinea Ecuatorial, que desea alcanzar sus ilusiones de prosperidad y bienestar.
Las Navidades y el Año Nuevo constituyen acontecimientos universales que incitan las ambiciones materiales y espirituales de la humanidad. Son momentos de reflexión de lo que hemos sido, lo que somos y aspiramos ser.
Por tanto, en estos momentos se precisa hacer un análisis retrospectivo de nuestro proceso como Nación, para plantearse los interrogantes de ¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos? y ¿Hacia dónde nos dirigimos?
El pasado histórico de nuestra Nación es bien conocido por nuestro Pueblo, porque hemos vivido de cerca las consecuencias desastrosas del colonialismo que imperó en el País durante dos siglos; los efectos de la sangrienta dictadura que sufrió la Nación en los primeros once años de la Independencia y las dificultades sufridas por nuestro País para alcanzar el actual nivel de progreso en lo político, económico y socio-cultural después de la abolición de la dictadura.
El estado actual de la Nación puede calificarse de óptimo, en relación con el pasado: Hoy el Pueblo disfruta de amplias libertades políticas, económicas, sociales y culturales; se observa un desarrollo progresivo de la democracia que no tiene nada que envidiar a los demás países, con el desarrollo de infraestructuras económicas y sociales que nos incita a continuar trabajando hacia la emergencia de nuestro País; en fin, se asoma en el horizonte claro, acompañado del actual ambiente de paz y estabilidad, un porvenir lleno de esperanzas, de bienestar y felicidad.
Esto ha sido el resultado del trabajo solidario de la Nación, organizado en todas las estructuras sociales del Estado Ecuatoguineano, lo que debe llenarnos de orgullo a toda la ciudadanía y estar predispuesto a redoblar los esfuerzos a fin de alcanzar la cumbre de nuestras aspiraciones.
De cara al futuro, debemos abrazar el desarrollo que se avecina con espíritu de responsabilidad patriótica, cívica y social, para que el bienestar contribuya efectivamente a los fines supremos de la sociedad, que son: la dignidad del ciudadano y de la Nación entera, la igualdad de todos los Hombres y Mujeres, la libertad, la justicia y equidad, la solidaridad y la paz social.
Dentro de este orden de ideas, y reconociendo el carácter afable y social de nuestros ciudadanos, nos produce una gran preocupación la aparición de fenómenos extraños a nuestra cultura tradicional y que son muy contrarios a los fines de una sociedad humana y responsable.
Nuestro futuro bienestar y prosperidad no deben ser mancillados por los brotes de violencia que suceden últimamente en nuestro País y que están adquiriendo la forma de crímenes organizados.
El don precioso de la paz, que no es producto de una casualidad, sino el fruto del buen comportamiento de cada ciudadano para obrar siempre el bien, es el secreto de nuestro desarrollo de hoy y de mañana que todos debemos cuidar como la niña del ojo.
La República de Guinea Ecuatorial es un Estado Social y de Derecho, que admite la convivencia de personas de todas las culturas y procedencias, siendo la responsabilidad del Gobierno proteger a todos los ciudadanos que residen en el País, quienes deben someterse a las leyes y a las reglas de vida que gobiernan nuestra sociedad.
Por tanto, nuestra sociedad no tiene que admitir los malos hábitos que procedan de otros países, ni mucho menos nuestros ciudadanos deben consentir tales hábitos perniciosos y desconocidos.
Por otra parte, actualmente se observa que ciertas acciones de los países desarrollados que sufren la crisis económica están produciendo efectos negativos en los países en vías de desarrollo, en detrimento de la paz y estabilidad, como una fórmula de recuperar sus intereses políticos y económicos perdidos, produciendo los fenómenos de la inestabilidad política y social, revueltas masivas, rebeliones de grupos armados y la desobediencia civil.
En este sentido, los recursos naturales del País aseguran el desarrollo y progreso económico de Guinea Ecuatorial; los cuales constituyen “la manzana de discordia” que atrae a los emigrantes de todas partes y procedencias del planeta, y que puede ser la causa de los problemas de seguridad que siempre nos afectan.
Guinea Ecuatorial no debe ser sorprendida por tales acciones que son organizadas inteligentemente por nuestros enemigos desde unos gabinetes especiales en el extranjero, que desean inyectar el virus de la inestabilidad en los países seleccionados.
Tenemos pruebas evidentes de que nuestro país está seleccionado desde hace muchos años, pero el Pueblo Ecuatoguineano, que sabe y conoce lo que necesita, ha comprendido que nada mejor le vendrá del exterior que no sea lo que él mismo haya decidido por su voluntad soberana.
Ésta es la razón por la cual no han tenido éxito en nuestro País las campañas mediáticas de desinformación.
La obstinación de nuestros enemigos para desestabilizar Guinea Ecuatorial incluye acciones o intervenciones armadas, como la intentona de la invasión mercenaria de 2004 y los ataques a la Residencia del Presidente de la República en 2010.
La conclusión a que hemos llegado es que el Gobierno no hace nada que perjudique los intereses del Pueblo de Guinea Ecuatorial. La razón de este hostigamiento es la persistencia de la idea colonialista de dominar de nuevo a los Pueblos que quieren ejercer su Independencia política y soberana.
Lamentamos que esta situación sea parte de nuestro mensaje, considerando la ocasión de estas efemérides que son sinónimo de buena nueva, pero nos vemos obligados a ello, para alertar al Pueblo de Guinea Ecuatorial, afín de que no sea sorprendido y permanezca vigilante, porque África está al acecho de cualquier debilidad de sus estructuras, para sufrir una desestabilización provocada premeditadamente con estos fines.
Por tanto, estimados Compatriotas, el acceso de nuestro País al desarrollo moderno nos invita a tomar todas las precauciones necesarias, para que no nos sobrevengan las sorpresas de esta naturaleza y para que los enemigos no nos lleven a la confusión y al desentendimiento.
Como Nación que promueve relaciones amistosas y de cooperación con todos los países del mundo, nuestros sentimientos no pueden ser más que desear, en estos momentos de esperanza, que la paz, la estabilidad y el progreso socio-económico constituyan el vehículo de las relaciones internacionales.
Que los países más poderosos del mundo acompañen en cooperación solidaria a los más débiles, en el proceso de su emancipación política y económica, para un mundo más armonioso y estable.
Que la paz sea con todas las naciones del mundo.
Muchas Gracias.
Obiang Nguema Mbasogo.
Texto: María Jesús Nsang Nguema.
Fotos: Matías Nzang Esono.
(Equipo Prensa Presidencial)
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.
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