Durante la jornada del 22 de agosto, el Secretario General de las Naciones Unidas instó a los miembros del Consejo de Seguridad a actualizar el conjunto de herramientas diplomáticas, utilizado durante décadas para prevenir guerras catastróficas, hacer frente al deterioro del entorno de paz y seguridad mundial y avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares.

Mientras António Guterres recordaba a los miembros del Consejo de Seguridad que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) estaba listo para enviar una misión desde Kyiv a la central nuclear de Zaporizhzhia en Ucrania, Gustavo Zlauvinen, presidente de la Décima Conferencia de Revisión del Tratado sobre la no proliferación de Armas Nucleares, recordaba a los miembros que la norma contra el uso de tales armas, uno de los logros más importantes de la era posterior a la II Guerra Mundial, está cada vez más amenazada.

Hablando mientras los Estados parte de dicho tratado se encuentran en discusiones sobre formas de fortalecer ese instrumento esencial de seguridad común, Zlauvinen dijo que el tratado ha demostrado ser resistente y adaptable durante sus 52 años de historia. Sin embargo, la agitación geopolítica que sacude el mundo significa que el tratado enfrenta una serie de desafíos diversos que nunca había enfrentado. También hizo hincapié en que la única forma de eliminar por completo el riesgo de que se utilice un arma nuclear es eliminarlas por completo.

Los Estados están ahora luchando por cómo reforzar la historia de siete décadas de No uso de armas nucleares y tomar las medidas que se necesitan con urgencia hacia un mundo libre de tales armas, dijo Zlauvinen. Se necesita una acción urgente, en el marco del pilar del desarme, para revertir las tendencias peligrosas, aumentar la confianza y garantizar que los errores o errores de cálculo no conduzcan a una escalada de armas nucleares que posteriormente resulte en una catástrofe. Se ha revivido la narrativa de que las armas nucleares brindan la máxima garantía de seguridad, una narrativa extremadamente dañina para la no proliferación de estas armas.

Antonio Guterres dijo a los miembros del Consejo que la Conferencia de Revisión debe demostrar que el progreso es posible. Los países con armas nucleares deben comprometerse a “no ser los primeros en usar” esas armas y asegurar a los Estados que no las tienen que no se usarán, ni amenazarán con usar, armas nucleares contra ellos.

La transparencia es necesaria y “el ruido de sables nucleares debe cesar”, dijo Guterres. “Necesitamos que todos los Estados vuelvan a comprometerse con un mundo libre de armas nucleares y no escatimen esfuerzos para sentarse a negociar buscando formas de aliviar las tensiones y poner fin a la competencia de armamentos nucleares, de una vez por todas”, continuó en su discurso.

El Consejo de Seguridad y las Naciones Unidas son la mejor esperanza de la humanidad para construir un futuro mejor y más pacífico. 

-“A medida que desarrollamos nuestra Nueva Agenda para la Paz, demostremos que hemos aprendido de las lecciones del pasado”, dijo Guterres, instando que “volvamos a comprometernos con las herramientas tradicionales de la paz: el diálogo, la diplomacia y la confianza mutua”.

Varios miembros del Consejo de Seguridad también tomaron la palabra matizando que el deterioro del ambiente de paz y seguridad global amplifica la necesidad de reformar el Consejo. De lo contrario, el Consejo de Seguridad, e incluso la Organización de las Naciones Unidas, corren el riesgo de resultar irrelevantes.

Fuente: Tobías Ramos Nkulu Nchama (Agregado de Prensa de Guinea Ecuatorial en la ONU – Nueva York)

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial 

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