La emergencia actual, el SIDA en la encrucijada
La directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, presentó el informe mundial sobre el sida 2024 actualizado el lunes 22 de julio, bajo el título “La emergencia actual: el SIDA en la encrucijada”. Este informe revela que el número de nuevas infecciones por VIH no está disminuyendo lo suficientemente rápido a nivel mundial, y que los líderes mundiales pueden cumplir su promesa de poner fin al SIDA como amenaza para la salud pública para 2030.
El lanzamiento tuvo lugar en Munich, Alemania, durante la 25ª Conferencia Internacional sobre el SIDA con la esperanza de erradicar la enfermedad para 2030.
-“La emergencia actual: el SIDA en la encrucijada” es el título del nuevo informe mundial actualizado lanzado por ONUSIDA. Entendemos que la respuesta al VIH se encuentra en una encrucijada. El mundo debe tomar decisiones para luchar eficazmente contra el SIDA. Poner fin a esta enfermedad en todo el mundo depende del camino que tomen los líderes. El camino para acabar con el SIDA no es ningún misterio. Se trata de una elección política y financiera. Algunos se muestran reacios a proporcionar los recursos necesarios para acabar con el SIDA. Pero, como muestra el informe, el costo de no poner fin al sida sería exponencialmente mayor. Es posible que algunos deseen retirarse de la lucha contra el VIH porque el fin ahora está a su alcance. Pero, como indica este informe, no podemos poner fin parcialmente a una pandemia. Los líderes sólo podrán poner fin al sida como amenaza para la salud pública, derrotándolo en todas partes y para todos. Algunos sugieren que las inversiones y reformas destinadas a poner fin al sida impedirían abordar otros desafíos. Pero, como muestra el informe, las acciones necesarias para poner fin al sida ayudarán a avanzar en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, garantizarán que los países estén preparados para afrontar futuras pandemias y garantizarán un mundo más seguro y justo para todos.
La obligación de cumplir las promesas
Los líderes mundiales, dice el informe, pueden cumplir su promesa de poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030 y, al hacerlo, evitar millones de muertes relacionadas con el sida y prevenir millones de nuevas infecciones por el VIH y garantizar que aproximadamente 40 millones de personas, las personas que viven con el VIH, tengan una vida sana y plena. A través de impactantes estudios de casos y nuevos datos, el informe muestra cómo algunos países ya están en el camino correcto y cómo todos los países pueden hacerlo.
En general, en 2024, el mundo todavía no va por el camino correcto y las desigualdades que alimentan la pandemia del VIH no se tienen suficientemente en cuenta.
En términos de prevención, el informe señala una falta de progreso, el número de nuevas infecciones por VIH no está disminuyendo lo suficientemente rápido a nivel mundial. En tres regiones del mundo, el número de infecciones por VIH está aumentando. Casi una cuarta parte de las personas que viven con el VIH no reciben tratamiento que les salve la vida y, como resultado, una persona muere cada minuto por causas relacionadas con el SIDA. Sabemos lo que impulsa el éxito. El progreso contra el VIH ha sido mayor en los países que han invertido adecuadamente en su respuesta y reformado sus políticas para permitir que las personas accedan a los servicios que necesitan.
Para acelerar el fin del SIDA como amenaza para la salud pública y garantizar que existan servicios y sistemas que satisfagan las necesidades de los millones de personas que vivirán con el VIH en las próximas décadas, es necesario contar con recursos suficientes y sostenibles. Establecer un entorno jurídico que facilite el acceso a servicios eficaces, equitativos y centrados en las personas (incluso mediante la eliminación de leyes penalizadoras y la lucha contra la discriminación) es esencial para avanzar y sostener el progreso en materia de prevención y tratamiento. También sabemos qué se interpone en el camino del éxito. El progreso se ve amenazado por la erosión de la solidaridad entre los países y dentro de ellos. Cuando el compromiso político con la financiación total y los derechos humanos se ve comprometido, también se ve comprometido el progreso en la lucha contra el VIH.
La financiación, sigue siendo un obstáculo
Un creciente déficit de financiación está frenando la respuesta al VIH en los países de ingresos bajos y medios, y el espacio fiscal se ha reducido aún más debido a la crisis de la deuda. El reciente aumento de políticas antiderechos, antigénero y antidemocracia está generando temores justificados entre las personas de comunidades marginadas que más necesitan servicios de prevención, pruebas, tratamiento y atención del VIH, así como entre los heroicos trabajadores de primera línea que los brindan.
Los avances tecnológicos, particularmente en el desarrollo de opciones de tratamiento y prevención de larga duración, pueden proteger la salud de todas las personas que viven con el VIH o en riesgo de infección, pero sólo si estas tecnologías se comparten con todos los países de ingresos bajos y medianos y se producen a gran escala por múltiples fabricantes en todo el mundo. Actualmente, los titulares de patentes no están abriendo el acceso lo suficiente como para permitir este avance.
-“A veces me preguntan si soy optimista acerca de la respuesta al VIH, porque el progreso que hemos logrado muestra el camino para acabar con el SIDA, o si soy pesimista, porque las restricciones a los recursos y derechos relacionados con el VIH ponen en peligro el progreso. La respuesta es que no soy ni optimista ni pesimista: soy un activista, porque el éxito depende de la capacidad de adaptarnos al momento presente, de reconocer la urgencia del momento presente. Podemos poner fin al SIDA, pero sólo si los líderes eligen el camino correcto ahora. Nosotros, los ciudadanos, nos aseguraremos de que así sea”, concluyó la directora ejecutiva en la presentación del informe.
Texto y fotos: Clemente Ela Ondo Onguene (DGPEPWIG)
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial
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