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Final del campeonato de Akôn en Malabo

junio 04, 2010
Noticias

Entre las actividades organizadas por el Ministerio de Información, Cultura y Turismo, por medio de la Dirección General de Cultura, con ocasión del 68 cumpleaños de S. E. el Presidente de la República, Obiang Nguerma Mbasogo, figura también un interesante concurso de Akông. Se trata de un tradicional y muy conocido juego fang, elevado ya a categoría de deporte, que es muy practicado en el país. Félix Miko Mbega Mbengono, apodado “Zông Mbôh”, se alzó como el nuevo campeón.

El acto inicial de este campeonato estuvo presidido por Don Jesús Ndong Ondo, funcionario del periódico Ébano, por encargo del Secretario de Estado de Cultura y Turismo, José Mba Obama Bendomo. La primera vuelta de las eliminatorias comenzó el miércoles día 2 de junio, a las 13 horas locales en el Abahá del barrio Los Ángeles de Malabo. Veintidós concursantes han participado durante toda la semana en la confrontación, con eliminatorias directas que tuvieron como conclusión la final disputada por Jesús Ndong Ondo “Ministerio”, antiguo campeón y Félix Miko Mbega Mbengono “Zông Mbôh”.
 
La final, que tuvo lugar en el mismo escenario, tuvo como vencedor final a Félix Miko Mbega Mbengono, que ganó por 2 – 0 a Jesús Ndong Ondo.
 
El Akông es un juego tradicional Fang que data de tiempos muy antiguos, ya que nadie ha podido precisar la época en la que se empezó a practicar en esta etnia. Originalmente,  solo era para entretenimiento de los adultos y ancianos varones. En la actualidad, sin embargo, el Akông es practicado también por muchas mujeres y por supuesto, por gente de todas las étnias del país. Su popularidad es tal que, curiosamente, su práctica ha “enganchado” a muchos de los extranjeros que actualmente residen en Guinea Ecuatorial, especialmente a los ciudadanos de origen chino, algunos de los cuales lo practican con la misma habilidad que los propios fang. Y es que cualquiera puede jugar al Akông.
 
El Akông ya se ha elevado a rango de deporte tradicional y varios torneos del mismo se organizan de vez en cuando en muchas fiestas nacionales, comunitarias, distritales y provinciales.
 
Breve descripción de Akông.
 
El instrumento para desarrollar el juego se denomina Akông o Mbê’akông. Consiste en tres medias cañas tropicales conocidas en el idioma fang como “minkôhm” o “mimbuiñmbuiñ”, que miden 1.30 m aproximadamente. Van montadas sobre dos píes de madera de 35 a 40 cm. de altura para que los jugadores puedan manejar las fichas con facilidad.
 
Cada una de las medias cañas laterales está dividida en siete cavidades de iguales dimensiones, y dentro de las cuales se colocan cinco fichas, que habitualmente son semillas o almendras de una planta llamada en fang Ezzáng. Las dos medias cañas del medio tienen un compartimiento cada uno y sirven de depósito de las fichas que cada contrario pueda sustraer del otro en número de dos, tres y cuatro, ya que no se puede “comer” cinco o más fichas. Y si la última ficha del jugador en turno cae en una de las casillas o “casas” vacías del contrario, él mismo se la lleva: es la ficha conocida por oluá (esclava).
 
Para hacerse con las fichas del contrario, se combinan los difíciles cálculos matemáticos mentalmente, al tiempo que se realiza la acción manual de tirar las propias fichas en las casillas del contrincante hasta que la última caiga en la “casa” (ndah) que contenga las cifras mencionadas: 2, 3, y 4. Si en las cavidades anteriores llamadas también “casas” hay dos, tres o cuatro, el jugador de turno las lleva “àdjih” (comer o las come) depositándolas dentro de la media caña del medio, aquella que le corresponda. El ganador de la partida es aquél que se haga con el mayor número de fichas del contrario.
 
Este juego es parecido a las Damas occidentales. E incluso, el Akông tiene una modalidad denominda “gana-pierde”, en la cual ambos jugadores deben buscar la manera en que el contrario se lleve todas, o el mayor número de sus propias fichas. Sería ganador el de cero o menos fichas en sus “casas”.
 
Otro dato muy importante en el juego de Akông, es que no tiene árbitro: todos los espectadores participan y ejercen de controladores para evitar las posibles trampas de una y otra parte, especialmente en las competiciones oficiales. De esta forma, de alguna manera, los que hacen de “público” se integran en el juego, lo que lo hace muy participativo y más divertido, sin bien los contrincantes principales han de ser sólo dos, uno en cada lado.
 
El Akông tiene muchas curiosidades en su práctica, y quizás la más importante sea que cada contrario pueda acceder a las “casas” del otro hasta contabilizarlas para saber si ya, en esa casa, puede asestar el golpe fatal a su contrincante.
 
Pese a la afición que existe en Guinea Ecuatorial por este juego, muchos de sus aficionados se quejan de la falta de un campo de juego bien definido, ya que habitualmente se sigue jugando en espacios muy reducidos que no admiten muchos espectadores. También se pide más promoción a nivel de comunidades, municipios, distritos, provincias y nacional de envergadura.
 
 
Textos e imágenes: Patricio Meñe Micha Abeme
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial (Dirección General de la Base Internet)