Francia es el tercer país más golpeado por el COVID-19 en Europa, después de España e Italia, con más de 70 mil infectados y 10.869 fallecidos (541 de ellos durante las últimas 24 horas en los hospitales), según los datos aportados por el Director General de Salud, Jérôme Salomon, en la noche del 8 de abril.

La virulencia del COVID-19 deja un rastro negativo en todos los sectores. En la cuarta semana del cierre de las principales fuentes de ingresos nacionales, el Ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ha lamentado una recesión económica jamás conocida desde el año 1968. 

El portaaviones de la armada francesa “Charles de Gaulle” también ha sido sacudido por el coronavirus: 40 miembros de su tripulación han dado positivo en las pruebas realizadas y permanecen en observación.  

Ante este crecimiento masivo de nuevos contagios, científicos y especialistas realizan esfuerzos desesperados por frenar la epidemia que ha causado más de 80 mil muertos en todo el mundo.

Recientes investigaciones de dermatólogos añaden nuevo síntoma del COVID-19 a los ya existentes: la aparición repentina de manchas rojizas en la piel podría ser una manifestación del coronavirus. Al menos así lo ha confirmado la profesora Marie Beylot-Barry, jefa del servicio de dermatología del Hospital Saint-André de la localidad de Bordeaux.

Texto: Juan Carlos Obiang (Agregado de Prensa en Francia)
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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