“Lo que más me importa de todo esto no es convertirme en una «celebrity», sino poder servir de ejemplo para otras chicas” -dice la guapísima malabeña que, además de triunfar en el mundo de la belleza, tiene como prioridad terminar su carrera de Derecho.

Jennifer Riveiro nació hace 21 años en Malabo, ciudad que la ha visto crecer y que hoy acoge su regreso desde la mayor aventura que ha vivido hasta el momento: la participación en el certamen de Miss Mundo, después de haber ganado el primer puesto en el concurso de Miss Belleza Nacional. La abuela de Jennifer nació en Ekuku y, posteriormente, toda su familia se trasladó a Luba. Con metro ochenta de espectacular tipazo y tan simpática como guapa, Jenny -tal y como la llaman sus amistades- cuenta hoy a los lectores de www.guineaecuatorialpress.com cómo ha sido esta experiencia única y particular. Durante su paso por el concurso, que se ha celebrado en Ordos (China), nuestra candidata ecuatoguineana fue la única africana que quedó seleccionada en baile tradicional, y también fue una de las finalistas en “Beach Beauty” (Belleza Playera). Una buena marca para la primera candidata ecuatoguineana que participa en este certamen.

De momento, y para empezar, la propia Jennifer reconoce que el cambio en su vida, desde que ganase el certamen de Belleza Nacional hasta ahora, ha sido tan espectacular que aún, ni siquiera, lo ha llegado a asumir: “En realidad no soy muy consciente de la relevancia que puede tener todo esto. De momento son mis amigas las que chillan y gritan por lo que me está pasando”.

-¿Cómo ha sido la experiencia de participar en Miss Mundo?

-“Increíble, espectacular… Al principio estaba muy asustada, porque no sabía muy bien lo que iba a encontrarme. Pero la verdad es que fue llegar y, como suele decirse, besar el santo, porque me sentí muy bien en todo momento. Me he sentido muy cuidada y he hecho un montón de amigas; ha sido una experiencia estupenda”.

Jennifer, estudiante de cuarto curso de Derecho, ha ejercido en estos días, además, como una excelente embajadora de Guinea Ecuatorial; lo de representar a su país ha sido precisamente una de las cosas que más satisfacción le ha reportado dentro de esta aventura, aunque reconoce que también tenía ganas de regresar y reencontrarse con su familia y sus amigos. El orgullo de haber llevado la bandera ecuatoguineana, su bandera, en un evento mundial tan importante como éste, ha sido, según dice, algo "inolvidable".

-¿Qué has sentido al representar a Guinea Ecuatorial entre tantos países?

-“Pues ha sido un honor enorme. Debo decir que había un montón de gente interesadísima en preguntarme cosas sobre Guinea Ecuatorial; a algunos de ellos les tenía que enseñar el mapa de África para hacerles saber dónde nos encontramos geográficamente. Y también ha sido muy emocionante hacerles descubrir que en nuestro país, en medio de África, se habla español; todo el mundo se llevaba una sorpresa al descubrir que hay un país africano en donde se habla español”.

-¿Es verdad eso de que en un concurso de misses al final haces amigas, o es superior la competitividad que hay entre todas?

-“Bueno, por supuesto que entre las niñas que participaban había de todo, pero en general nos hemos llevado genial y he hecho muchas amigas que ahora nos estamos mandando mensajes porque nos echamos de menos. Evidentemente había tres o cuatro de ellas con las que no tendría ninguna relación, pero en general ha sido un ambiente genial, te olvidas de que estás en un concurso y eso que había cámaras por todas partes…”.

-Dinos la verdad: ¿entre vosotras esperábais que ganase Miss China?

-“Bueno, en general fue un poco una sorpresa, pero la realidad es que no había una candidata favorita clara. Yo tenía las mías propias y ninguna de ellas quedaron finalistas; por ejemplo, aparte de Miss Guinea Ecuatorial, por supuesto, pensaba que podría ganar Serbia, Turquía o Vietnam”.

A pesar de su enorme triunfo en este nuevo mundo de la belleza, tiene mucho más que claro que finalizar su carrera, y llegar a ser profesional en el ámbito jurídico o en otro similar, es su gran prioridad: “Mi carrera es lo más importante para mí, mucho más importante que la belleza; no voy a ser joven toda la vida, y tengo otros objetivos”.

-¿Si te salieran ahora mismo proyectos de publicidad, modelaje, cine, etc., los cogerías?

-“¡Por supuesto! Estoy abierta a participar en cualquier proyecto que sea interesante, siempre que pueda seguir con mis estudios, por supuesto. Pero estoy abierta a todo tipo de propuestas que puedan ayudar a dar pasos en mi carrera”.

Por su parte, John Epam, director de la Agencia Mogue, que ha dirigido y acompañado los pasos de Jennifer a su paso por el concurso, comenta que la miss ha sido una excelente candidata, que ha sabido estar a la altura en todo momento, y ha resultado ser una estupenda embajadora para su país. Y es que nuestra Miss Belleza Nacional ha sido una de las chicas más populares en Ordos, tal y como lo muestran las fotos que ella misma colgó en su página de Facebook, donde se puede ver toda su trayectoria en el concurso.

-Jennifer, ¿crees que de alguna forma tu ejemplo puede servir a otras chicas?

-“Por supuesto, lo que más importante me parece de todo esto, y lo que me llevo de verdad, no es el hecho de haberme convertido en una «celebrity», sino el poder trasmitir a muchas chicas jóvenes que hay muchas formas de hacer una vida, aparte de lo de convertirse en madres cuando casi siguen siendo niñas, aunque cada uno escoge su vida, claro... Yo sé que lo de estudiar depende de cada uno, y que no todo el mundo tiene la facilidad para hacerlo, pero si pueden las animo a ello, que no lo dejen, porque tu belleza no te va a salvar en el futuro, sino lo que realmente tú hagas con tu vida”.

Reportaje realizado en el Hotel Sofitel de Malabo. Vestuario cedido por: Revelation and Gift.

Texto y fotos: Inés Ortega.

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.

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