A punto de cumplirse un mes del secuestro de más de doscientas niñas en el norte de Nigeria a manos del grupo extremista Boko Haram, el Consejo de Seguridad de la ONU, con su Secretario General a la cabeza, ha condenado el lunes 12 de mayo a los autores del rapto, y ha manifestado su preocupación por la paz y la seguridad en la región central de África.

Aunque tarde, el mundo ha reaccionado ante el secuestro de estas muchachas que estudiaban en un internado de la localidad de Chibok, estado de Borno, en el norte de Nigeria, el pasado 14 de abril.

La Primera Dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, ha participado activamente en la campaña mundial que se ha desatado contra estos hechos, para pedir la liberación de las jóvenes.

Igualmente, el Consejo de Seguridad de la ONU y su Secretario General Ban Ki-moon han condenado el rapto, y mostrado su preocupación por la paz y la seguridad en la zona.

Por su parte, el Jefe de la Oficina Regional de la ONU en África Central (UNOCA), Abou Moussa, ha informado al consejo de los más recientes acontecimientos: “El grupo Boko Haram, con base en Nigeria, es un tema de gran preocupación para África Central. El grupo islamista continúa aprovechándose de la porosidad fronteriza entre el noreste de Nigeria y los Estados vecinos y la reciente intensificación de sus actividades violentas tienen graves consecuencias humanitarias y para la seguridad de Camerún y Chad”.

Los secuestradores han anunciando que venderán a las niñas como esclavas, que las están convirtiendo al Islam, y que la liberación de las pequeñas solo se realizará a cambio de la liberación de prisioneros rebeldes. Las autoridades de Nigeria han anunciado que se están considerando todas las opciones posibles para su liberación.

Boko Haram, que en la lengua tribal del territorio significa “la educación occidental es pecado”, fue creado en 2002 con el objetivo de propagar la Yihad, y crear un Estado islámico en Nigeria regido por la sharía o ley islámica.

En un principio, los secuestradores apresaron a un total de 276 jóvenes, aunque 53 de ellas consiguieron huir. En estos momentos aún permanecen en manos de sus captores 223.

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.

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