Reproducimos el texto completo del discurso pronunciado por S.E. Obiang Nguema Mbasogo, en la ceremonia de apertura de la 32ª Conferencia Regional de la FAO para África, el día 13 de abril, en el Palacio de Conferencias de Sipopo.

-“Al tomar la palabra en esta ceremonia inaugural de la Reunión Ministerial del Trigésimo Segundo Periodo de Sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para África, séame permitido, en primer lugar, expresar en nombre del pueblo y Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial y en el mío propio, nuestra profunda gratitud a la FAO y a todos los países africanos, por haber depositado el voto de confianza a nuestro país para albergar esta conferencia.

Por esta razón, mi gobierno ha tomado todas las disposiciones necesarias para la celebración de esta Conferencia de forma presencial, a pesar de la grave amenaza de salud pública provocada por la pandemia de la COVID 19 que azota al mundo; en este sentido, quiero manifestar nuestro agradecimiento y deseo de bienvenida a todas las delegaciones participantes en este 32 periodo de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para África, así como aquellas delegaciones que nos acompañan telemáticamente.

Señoras y señores, distinguidos delegados:
Este periodo de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para África se celebra actualmente en un momento crucial en la actualidad africana, si se tiene en cuenta que desde los inicios de este año 2022, las economías de nuestras regiones han tenido que hacer frente a un fenómeno que ha exacerbado la inseguridad alimentaria en todos los rincones de África, causando no solo la pérdida de numerosos empleos en el sector, sino también aumentando los niveles de desnutrición, hambre y enfermedades conexas.

Pues los efectos de la pandemia de la Covid 19, del cambio climático, los conflictos armados, el terrorismo y el mercenariado, han provocado la desaceleración y el debilitamiento de las economías del mundo, lo cual plantea desafíos para la seguridad alimentaria y la nutrición. En este contexto, debemos crear soluciones sostenibles que nos hagan salir de estas circunstancias, por lo que es necesario protegerse y hacer frente a las recientes desigualdades sociales, con la creación e instauración de unos sistemas alimentarios más resilientes, sostenibles y sustentables teniendo en cuenta que la Conferencia Regional de la FAO para África es el máximo órgano del Gobierno de esta institución en África, y reúne a todos los ministros de Agricultura, junto con otras partes interesadas para brindar orientaciones sobre la seguridad alimentaria.

E igualmente sirve de plataforma para debatir sobre las prioridades nacionales y regionales, además de los problemas del continente en el bienio siguiente.

Este 32 periodo de sesiones de la Conferencia Regional para África debe alcanzar un consenso sobre el marco estratégico de la FAO y las 4 mejorías de nuestros objetivos, es decir, mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y mejor vida para todos, sin dejar a nadie atrás, incluidos los impactos de la pandemia del COVID 19.

En cuanto a la seguridad alimentaria y la nutrición, la necesidad urgente de transformar los sistemas agroalimentarios e innovaciones y alianzas para impulsar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como la Agenda 2063 de la Unión Africana y la Declaración de Malabo.

Por tanto, nuestro continente, a parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debe cumplir además con su agenda 2063 para una África integrada, próspera y pacífica; lo que implica, por nuestra parte, que exista una doble tarea para alcanzar el desarrollo.

Quisiera señalar así mismo la importancia del desarrollo de la economía azul para la reactivación económica post pandemia COVID 19; ya que los recursos marinos son inmensos y podrían constituir una buena fuente de aprovisionamiento de micronutrientes y minerales para una alimentación sana y equilibrada.

Las aspiraciones de África de lograr la transformación de los sistemas agroalimentarios no puede ser efectiva sin la conservación, el uso sostenible y la restauración de sus ecosistemas terrestres y marinos.

Por ello, teniendo en cuenta que las medidas de contención del COVID 19, entre ellas los confinamientos, los toques de queda y los cierres de fronteras, los mercados y restaurantes, etc... generaron dificultades para la comercialización, aumentando los costos del transporte y las transacciones, que han afectado las disponibilidades y la demanda de alimentos en algunos mercados. Esto ha causado perturbaciones en las cadenas de suministro de alimentos en las fases, tanto iniciales, como finales en toda África.

Es probable que la población actual de África, con más de 1.250 millones de habitantes se duplicará para el año 2050, lo que ejercerá aún más presión sobre los recursos naturales y la biodiversidad en el continente.

La sobreexplotación de los recursos naturales y los ecosistemas vulnerables reducen la biodiversidad, por lo que se corre el riesgo de perder los logros obtenidos en la creación de capacidades para sustentar los medios de vida y aprovechar los bienes y servicios ecosistémicos, en favor de sistemas agrícolas y agroalimentarios sostenibles.

La región de África es sumamente vulnerable a los efectos del cambio climático, aumentando la desertificación y la inseguridad, lo que conlleva una disminución de la capacidad de sus ecosistemas naturales y de producción como bosques, océanos, mares, humedales, etc., evitando que puedan ayudar a mantener el bienestar de la población de forma satisfactoria.

Por consiguiente, recomendamos a la Conferencia seguir ideando iniciativas y mecanismos para hacer frente a las dificultades de la seguridad alimentaria y la lucha contra la pobreza en nuestro continente: tales como el Fondo Fiduciario de Solidaridad Africana, que fue concebido por esta Conferencia durante la celebración de su 27 periodo de sesiones, que tuvo lugar en Brazzaville, República del Congo, del 23 al 27 de abril de 2012; la cual financió en su primera fase proyectos a nivel nacional, regional y subregional por un total de 18 programas en más de 41 países africanos.

Los países de África Central recibieron apoyo para fortalecer la seguridad alimentaria en las zonas urbanas.

En África Oriental, la atención se centró en promover una agricultura sensible a la nutrición para combatir la desnutrición y mejorar las oportunidades de empleo para los jóvenes. Los países del sur de África recibieron fondos para fortalecer los controles de amenazas a la inocuidad de los alimentos, plagas de plantas y enfermedades de los animales, así como para la productividad agrícola y el comercio.

Las oportunidades de empleo decente para los jóvenes a través de la acuicultura sostenible y las cadenas de valor de la yuca fueron apoyadas en África Occidental. Esta financiación y ejecución de proyectos, como todos sabemos, fue posible gracias a la importante contribución realizada por el Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial.

En efecto, Guinea Ecuatorial se felicita por esta Trigésima Segunda Conferencia Regional, porque estamos atravesando un umbral cuasi existencial en África, donde la inestabilidad laboral y la incertidumbre que esto provoca en la práctica totalidad de nuestros hogares se está reflejando notablemente en un descenso del gasto medio de las familias en relación a su cesta de la compra, lo que implica un descenso acentuado de la demanda de una gran parte de los productos agrícolas y derivados.

Esta incidencia clave para la solvencia y la capacidad de inversión de las explotaciones agrícola, y unida al hecho de que nos encontramos ante una situación de inestabilidad generalizada y global, está provocando una palpable ralentización y dificultad en el acceso de los titulares de las explotaciones agrícolas y los recursos imprescindibles para el desarrollo óptimo de su trabajo diario.

Confío en que estas y otras cuestiones de relevancia para el sector de la agricultura y alimentación serán profundamente examinadas durante las sesiones de trabajo que se desarrollarán en esta conferencia.

Por ello, debemos felicitarnos por las reflexiones hechas por los Estados miembros durante la Trigésimo Primera Conferencia Regional, celebrada en Zimbabwe, donde se señaló la importancia de utilizar los mecanismos innovadores de comercialización agrícola, con la plataforma que representa la Zona de Libre Comercio continental africana para promover la inversión y el comercio en África.

Este mecanismo innovador debería permitir una mayor adición de valor, el crecimiento de la productividad y el acceso a alimentos suficientes y nutritivos, lo que conducirá a más y mejores puestos de trabajo y al aumento de la seguridad alimentaria con mejoras previstas en la inclusión social

En este sentido, es importante incorporar los principios del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial para la inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimentarios en sus políticas y estrategias de inversión; así como coordinar las políticas comerciales y de inversión que afectan a los mercados agroalimentarios y fomentar la creación de zonas económicas especiales, parques y agrupaciones industriales, así como la modernización de los corredores comerciales, a fin de agilizar la circulación de los productos agroalimentarios.

La estrategia de la FAO para la ciencia y la innovación puede proveer las respuestas a muchas de las cuestiones evocadas anteriormente, principalmente a través del Mecanismo de Facilitación de las Tecnologías de la Agenda 2030.

A pesar de no ser una organización de investigación, confiamos en que la FAO podrá contribuir al fortalecimiento de los vínculos entre la ciencia, la investigación y el desarrollo, así como innovaciones para convertir estos instrumentos en elementos prácticos para la orientación de nuestras políticas agroalimentarias.

Excelentísimos Señores,

Distinguidos Delegados,

Señores y Señores,
Nuestro profundo deseo es ver a la FAO como un factor de acompañamiento a la Unión Africana en su programa general para el desarrollo de la agricultura en África, así como la firme disposición en la consecución de la metas anunciadas en la Declaración de Malabo, en la aceleración del crecimiento agrícola y su transformación para la prosperidad compartida y la mejora de los medios de vida, siendo una de ellas el compromiso de acabar con el hambre para el año 2025, reduciendo a la mitad los niveles actuales de las pérdidas por cosechas.

En este contexto, y siendo la FAO el organismo mundial rector de la agricultura y la alimentación, la República de Guinea Ecuatorial ha aportado siempre sus esfuerzos e iniciativas a la FAO para la erradicación del hambre en África y en el mundo en general. Contribuciones que han sido efectivas en dos ocasiones con importantes cantidades económicas, al entender que sin la alimentación segura en las poblaciones africanas y en el resto del mundo sería imposible el desarrollo de los pueblos.

Para concluir, apelo a los participantes a tener presente que esta Conferencia nos brinda una ocasión propicia para analizar los desafíos que afronta la humanidad actualmente y sobre todo el continente africano en particular; en este sentido, animo a las delegaciones presentes para que puedan poner todos los esfuerzos necesarios a fin de deliberar sobre los importantes temas inscritos en la agenda, y poder consensuar unas prioridades que redunden en beneficio de la población de nuestro continente, sobre todo de las capas sociales más desfavorecidas.

Deseo que tengamos todos un gran éxito en esta Conferencia, a la vez que declaro aperturado el Trigésimo Segundo periodo de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para África.

MUCHAS GRACIAS”.

Transcripción: Javier Obama Nsue Nchama (Prensa Presidencial)
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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