Todos los agentes involucrados en el conflicto de Mali dan la bienvenida a los acuerdos de paz que se firmaron el martes pasado en Burkina Faso. La ONU mostró su agradecimiento por la mediación que hizo la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), liderada por el presidente de Burkina Faso y el de Nigeria, Blaise Compaoré y Goodluck Jonathan, respectivamente.

Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Unión Africana y la CEDEAO, todos dan la bienvenida al principio de acuerdo de alto el fuego que se firmó el pasado martes por la noche entre el Gobierno y los rebeldes de Mali. El pacto es la culminación de diez días de complicadas conversaciones, celebradas en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso.

La firma se ha llevado a cabo entre una delegación del Gobierno de Mali y otra conjunta de los grupos rebeldes del país, entre ellos el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) y el Consejo Supremo de la Unidad de Azawad (HCUA). Ambas partes se comprometieron a un alto el fuego; al regreso del ejército maliense a la región de Kidal (noreste del país) que ocupan los tuareg y el acantonamiento de los combatientes en puntos de concentración.

El Ministro de Administración Territorial, coronel Moussa Coulibaly Sinko, firmó como representante del Gobierno. Para el presidente del país, Dioncounda Traore, este acuerdo es "equilibrado, realista y pragmático, y será un trampolín para un nuevo Mali", pues en el documento las dos partes se comprometieron además a luchar contra el terrorismo.

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.

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