Un ciudadano francés expulsado de Guinea Ecuatorial
Pascal Schreiner, directivo de una compañía constructora y afincado desde hace años en Guinea Ecuatorial, fue detenido y expulsado del país la pasada semana por causar alarma social al repartir octavillas entre compatriotas franceses. El panfleto hablaba de medidas de alerta en caso de peligro.
Las fuerzas del orden sorprendieron a Pascal Schreiner, de 50 años, consejero delegado de la Compañía Construcción Guineana, distribuyendo octavillas marcadas con el membrete de la Embajada de Francia a súbditos franceses residentes en Malabo. Estas octavillas contenían información sobre lugares de refugio y contactos telefónicos que los ciudadanos galos podrían utilizar en caso de peligro. Las autoridades han considerado que este ciudadano estaba provocando una atmósfera de alarma y alerta completamente infundada, no sólo para sus compatriotas, sino para todos los extranjeros que habitan en el país, y también para la población nacional.
A su llegada a Francia Schreiner declaró “toda esta historia se debe al empeño de los jueces franceses por pronunciarse en el caso que involucra al hijo del Presidente de Guinea Ecuatorial, sin tener en cuenta en absoluto a los ciudadanos franceses que vivimos en Guinea Ecuatorial y sin percatarse del desarrollo y la paz que se viven en aquel país. Antes de hacer limpieza en África deberíamos de empezar por limpiar Francia”, dijo Schreiner en territorio galo.
También manifestó que su principal inquietud actualmente es regresar a Guinea Ecuatorial, en donde tiene su familia y su trabajo.
Adjuntamos con la noticia la copia de las octavillas repartidas por el ciudadano expulsado.
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.