Hace una década la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el periodo 2015 – 2024 como el Decenio Internacional para los Afrodescendientes, mediante resolución 68/237. Acción global impulsada por la sociedad civil y como resultante de la celebración de la primera Cumbre Mundial Afrodescendiente, realizada en la ciudad de La Ceiba, Honduras.

El decenio se definió como una valiosa oportunidad para concretar los compromisos y las obligaciones de los 193 Estados miembros de la ONU, para poner fin a las injusticias de la población afrodescendiente, y para accionar mecanismos de políticas públicas, idealmente, de carácter intersectorial, junto con promover el sentido de pertenencia y acciones afirmativas de incidencia social, política, económica y cultural.

Actualmente diversas voces de la sociedad civil y la academia están llamando a la declaración de un nuevo decenio en virtud de la lentitud de las articulaciones del periodo o bien los temas pendientes de la propia marcha del mismo.

Diversos colectivos en las Américas plantean que las continuas prácticas violentas, la invisibilidad de las acciones afirmativas y los ejes pendientes del llamado del decenio hacen urgente la formulación de una invitación a un nuevo decenio internacional.

Cifras en Latinoamérica:

La desigualdad y el racismo reflejados en los índices de pobreza y de baja escolaridad son dos elementos comunes que caracterizan la realidad de la población afrodescendiente.

Según cálculos internacionales, actualmente viven 134 millones de afrodescendientes, el 21 % de la población de la región.

El Banco Mundial indica que uno de cada cinco habitantes de América Latina se identifica como afrodescendiente; y es Brasil la nación dónde un porcentaje cercano al 45% de las personas se autorreconoce como negra o mestiza, destacado su ancestralidad africana. Panamá es el segundo país siguiendo el análisis bajo el criterio de autorreconocimiento.

La Fundación Global África Latina se suma a dicha plataforma y declara la asociatividad como instrumento esencial en las articulaciones y sumatorias organizacionales y de voces.

En la exploración de un nuevo Decenio Internacional para los Afrodescendientes será no solo importante, sino vital, fortalecer la cooperación nacional, regional e internacional, sumar a los actores locales de base y las comunidades y no solo circunscribir la discusión y la articulación de iniciativas en las élites del movimiento; pues se requiere de un impulso de base y el compromiso de los Estados para estandarizar los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos y para que las personas de ascendencia africana puedan participar en forma igualitaria en todos los aspectos de la sociedad.

Fuente: Fundación Global África Latina capítulos Marruecos y México

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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