La limpieza de la capital continúa por la Calle Rey Malabo
En lo que respecta al Programa de Limpieza y Adecentamiento del Gobierno, llevamos días hablando sobre las distintas estructuras que invaden espacios de dominio público, bloquean accesos vecinales o alteran la estructura estética y arquitectónica de un inmueble. Este viernes, los protagonistas indiscutibles de dicho programa han sido los soportales de algunos edificios de esta ciudad capital, ya que la comisión que encabeza el Primer Ministro del Gobierno, Francisco Pascual Obama Asue, ha dedicado gran parte de la jornada a recuperar esos espacios para intentar devolver el esplendor de antaño a la ciudad.
Las inclemencias del tiempo no han impedido que los trabajos del Programa de Limpieza sigan su curso, con la habitual retirada de cables y de los antiguos soportes de hierro empotrados en la pared, a parte de los trabajos de jardinería que se siguen efectuando.
Esta jornada, el Encargado de la Coordinación Administrativa ha comenzado su recorrido por la ciudad de Malabo en una de sus principales arterias: la calle Rey Malabo.
Allí, la primera acción que se ha ejecutado ha sido la destrucción de la ampliación de la falda de un inmueble, construida a modo de barracones, que obstruía el paso de los peatones; además de alterar el contexto arquitectónico del lugar, ya que anteriormente se trataba de un camino peatonal, con una plaza central, que el Gobierno pretende recuperar.
Seguidamente, se procedía a la liberación del espacio de los soportales del edificio que en su momento se llamó “Cibeles”; mediante la eliminación de las estructuras que habían transformado la apariencia original concebida por su arquitecto, en locales comerciales y almacenes.
Respecto a los soportales, ya se ha explicado con anterioridad que el Gobierno ha tomado la decisión de recobrar esas estructuras arquitectónicas, con el fin de recuperar su imagen de antaño. Por otra parte, cabe señalar que, al acometer esas transformaciones en los edificios, a menudo clausuran ventanas que impiden que el edificio “respire”, una acción perniciosa para el inmueble, puesto que acelera considerablemente su deterioro, además de evitar que el inmueble pueda estar en comunicación con su entorno.
Texto y fotos: Departamento de Prensa y Comunicaciones del Gabinete del Primer Ministro
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial
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