Durante el mismo se ha enseñado a los alumnos cómo las víctimas suelen caer engañadas por promesas de trabajos inexistentes.

El pasado fin de semana concluían los trabajos de este curso de derechos humanos, en el que han participado funcionarios de diferentes departamentos ministeriales. El temario ha repasado los aspectos más importantes relacionados con el tráfico y la trata de personas. Asuntos como la definición y el marco jurídico de estos hechos, situación actual, concepto, identificación de víctimas, perspectiva de género en estos problemas, han sido algunos de los puntos estudiados.

Durante estos días se ha analizado la situación de estas personas que son maltratadas en nuestra sociedad, situación que surge cuando trasladas a una persona de un  lugar a otro en contra de su voluntad, y más si la persona termina trabajando bajo condiciones infrahumanas.

Esta falta de derechos suele comenzar con promesas falsas de alguna oportunidad de progreso personal. Las víctimas creen que irán a trabajar en actividades lícitas como un restaurante, una oficina o algún empleo doméstico, pero realmente no conocen las condiciones. Estos incautos suelen desconocer que los obligarán a trabajar largas horas, en condiciones extenuantes y a menudo peligrosas; todo esto recibiendo a cambio un honorario mínimo o ninguno.

Durante el curso se han presentado los derechos básicos, según los cuales toda persona debe ser considerada y respetada: el respecto por su dignidad, seguridad física, protección, privacidad e identidad; derechos que todo ser humano debe tener.

La ceremonia de clausura se realizó este fin de semana en la sala de Conferencias de Banapá, y estuvo presidida por el Viceprimer Ministro Tercero, Encargado del Sector Social y Derechos Humanos, Salomón Nguema Owono, junto con la Ministrade Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer, Eulalia Envo Bela, y el Embajador de Estados Unidos de América,  Alberto M. Fernández, entre otras personalidades. Durante el cierre, el Viceprimer Ministro Tercero invitó a los participantes a respetar los derechos y deberes que tiene toda persona para vivir pacíficamente, contribuyendo a la formación de una sociedad justa, fraterna y solidaria.

Texto: Sarilusi Tarifa King

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial  (D. G Base Internet)