El Gobierno prepara una importante ayuda para Somalia
La campaña ha sido impulsada por el Gobierno y el Presidente Obiang. La recaudación de fondos se ha llevado a cabo en las últimas semanas por todo el territorio nacional, a fin de paliar la situación de hambruna que sufre el pueblo somalí y otras zonas del Cuerno de África.
Se cumple ahora un año desde que un aluvión de somalíes buscaran refugio en los países vecinos de Kenia, Etiopía, Yemen y Yibuti. La peor sequía en décadas, el hambre y los conflictos armados los sacaron a la fuerza de sus tierras. Unas 300.000 personas huyeron de Somalia sólo el año pasado. Con este episodio, el mundo se estremecía al tener que aceptar que se estaba produciendo la primera hambruna oficial del siglo XXI.
Sólo entre junio y septiembre de 2011, se calcula que huyeron a estos países vecinos unos 40.000 somalíes cada mes. Aunque la situación ha mejorado, todavía durante los cuatro primeros meses de 2012, unos 20.000 se vieron obligados a buscar refugio. A día de hoy, podemos asegurar que un millón de somalíes viven como refugiados en las naciones vecinas.
El pueblo de Guinea Ecuatorial, sensibilizado con este problema, hace un esfuerzo solidario y ofrece su ayuda a los hermanos del otro lado del continente. Un equipo formado por diferentes estamentos del país, entre los que se encuentran reporteros de la Radio Televisión de Guinea Ecuatorial se prepara para desplazarse ya a Somalia, con el objetivo de entregar la ayuda recaudada entre donantes de toda la población ecuatoguineana.
Una catástrofe que no debe repetirse
Desgraciadamente, el sur de Somalia hizo sonar todas las alarmas del mundo al alcanzar ese nivel 5 que utiliza la ONU para evaluar la seguridad alimentaria de un país. Para alcanzar ese triste récord, llamado “hambruna/catástrofe humanitaria”, es necesario que más de dos de cada 10.000 personas mueran cada día, que las tasas de desnutrición aguda estén por encima del 30%, que todo el ganado muera, y que haya menos de 2.100 kilocalorías de alimentos y 4 litros de agua disponibles por persona al día. Pero esto no lo provocó la sequía de un año, ni de dos. Recordemos que el sufrimiento trágico y prolongado de la población somalí se viene alargando durante más de veinte años, y que la hambruna surge cuando hay fracaso político.
A pesar de que la ONU proclamaba el pasado mes de febrero que la situación de hambruna estaba superada, la realidad aún es cruel. En el pasado mes de mayo, aumentó el flujo de desplazados en los campos de Dollo Ado en Etiopía, que ya albergaban a más de 150.000 refugiados. De menos de mil en la primera mitad de mayo, se pasó a más de 2.000 en la segunda mitad del mes. Y ya no es sólo por la escasez de recursos y la sequía -aliviada en los últimos meses-, sino por el miedo a las operaciones militares y el reclutamiento forzoso. ACNUR está trabajando con las autoridades etíopes para montar un sexto campo en la zona.
Pero aún más frágil es la convivencia en el campo de Dadaab, en Kenia, donde más de 460.000 refugiados siguen viviendo en un ambiente de seguridad bastante precario. Aunque llueve sobre mojado, y los que llegan no hacen sino aumentar la precariedad de los que ya están, aún se generan lazos de solidaridad entre los que llevan allí viviendo años y los recién llegados. Sólo por esto, el esfuerzo de ayuda que hacen los pueblos hermanos tiene sentido.
El pueblo ecuatoguineano es consciente de esta tragedia, sobre todo en lo que concierne a la población infantil, por eso ha colaborado magníficamente en esta colecta. Se sabe que en los momentos más dramáticos del flujo del verano pasado, la tasa de mortalidad infantil estimada llegaba a las 17 muertes al día por cada 10.000 individuos. Gracias a las campañas de vacunación y otras medidas sanitarias públicas, se han salvado muchas vidas en los últimos meses. Parece que ya se está alcanzando la tasa de menos de una muerte por cada 10.000 al día que, desgraciadamente, entra dentro de los parámetros normales.
Los países situados en el Cuerno de África -Etiopía, Kenia, Somalia, Uganda, Eritrea y Yibuti– sufren una sequía que ha agravado la crisis que ya venían padeciendo, y que en algunas zonas es la más grave de los últimos 60 años. A los países mencionados se suman algunas zonas de Tanzania y el recientemente independizado Sudán del Sur.
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.
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