El Gobierno de Guinea Ecuatorial, revalorizando tanto los derechos fundamentales como las libertades públicas de las personas, había refutado y condenado rotundamente, el día 8 de noviembre, la divulgación y viralización de unos videos de contenido sexual. La tramitación de las grabaciones protagonizadas por un ciudadano ecuatoguineano fueron difundidas de forma exponencial a través de las redes sociales, mediante constantes reenvíos, suscitando así un gran desasosiego social y una agitación internacional que ocurría por primera vez en Guinea Ecuatorial.

El Ejecutivo de Malabo, por boca del Ministro de Estado de Información, Prensa y Cultura, Jerónimo Osa Osa Ecoro, desdeñó impetuosamente tal comportamiento y el de sus colaboradores. La acción se ha calificado de humillación a los valores éticos y morales de la noble sociedad ecuatoguineana. El ciudadano, en su calidad de alto funcionario de la administración, hoy por hoy, es considerado como vil traidor a la responsabilidad y confianza depositada en su persona y está obligado a responder ante la ley.

Los hechos, calificados de graves, también desgastan la relación familiar y social, repercutiendo negativamente en la buena imagen, al tiempo que mancha el reconocimiento de nuestro país ante el mundo internacional.

El Gobierno ecuatoguineano, dolorido por el suceso, lleva una investigación profunda, liderada por la Fiscalía General de la República con el propósito de indagar responsabilidades a nivel administrativo, civil y penal. El autor de las grabaciones se expone a un delito de atentado contra la salud pública.

El Ejecutivo de Malabo, reconociendo el embrollo del caso, anunciaba apurar por completo todos los parámetros involucrados. De hecho, avisaba ver cuestiones como la separación entre el ámbito personal del privado; la autorización previa, expresada o tácita; la violación de la intimidad de los implicados; daños a la honorabilidad y prestigio de las personas, así como los derechos de aquellos que se sienten perjudicados por los hechos, incluyendo el propio Estado.

Texto: Anatalon Okue

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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