55 días después de permanecer encerrados en los hogares, los franceses vuelven a salir libremente a las calles dentro de un límite de 100 km desde sus domicilios Llevar mascarillas y respetar el distanciamiento social para acceder, por ejemplo, al transporte público o visitar las tiendas es imprescindible en la nueva vida que los franceses han iniciado el lunes 11 de mayo.

Los trabajadores tienen prioridad en el transporte público, pero deben presentar una atestación laboral. Subirse al autobús, metro o al tren sin mascarilla conlleva a sanciones económicas que rondan los 135 euros.

Las tiendas y fábricas autorizadas en esta primera fase de desconfinamiento progresivo han abierto sus puertas a primera hora, algunas guarderías también acogen nuevamente a sus alumnos en grupos de 10 por cada aula, siempre respetando las restricciones.

El mayor reto al que se enfrenta el batallón formado por el Gobierno y los ciudadanos galos es adaptarse a un estilo de vida diferente, donde la responsabilidad social es más exigida para derrotar al enemigo que en tan solo 3 meses se ha cobrado unas 26.380 vidas en Francia.

Texto: Juan Carlos Obiang (Agregado de prensa en Francia)
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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