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Crisantos Obama Ondo: un ecuatoguineano en Roma

noviembre 06, 2011
Gente GE

Desde su puesto en Roma, Crisantos Obama Ondo, Representante de la Misión Permanente de la República de Guinea Ecuatorial ante la FAO, nos explica el importante papel que desarrolla día tras día. Pero además, como experto en cuestiones de alimentación a nivel internacional, Obama reflexiona acerca de los graves problemas de hambruna y sobre la imagen distorsionada que los medios internacionales dan acerca de Guinea Ecuatorial. Una mirada experta con mucho que aportar…

Crisantos Obama Ondo, actual Representante de la Misión Permanente de Guinea Ecuatorial ante la FAO en Roma (Italia), nació en 1972, en el consejo de poblado concentrado de Ebang, donde empezó la carrera que le llevaría hasta su actual destino, del que opina que: “teniendo en cuenta la realidad actual del sistema educativo nacional, es paradójico pensar que yo empecé a ir a una escuela con nada menos que once años, casi hecho un hombrecito. Y es que, al contrario de las ventajas que ofrece el sistema educativo nacional actual, con escuelas de educación maternal y preescolar, en aquellos años había que esperar mucho tiempo para poder iniciar la vida escolar. A veces empezabas antes a aprender a cazar, pescar o cultivar que a ir a la escuela. Después de ir a la escuela primaria de mi poblado natal, seguí en los colegios de la ciudad de Mongomo y, luego. el nivel secundario lo hice en Malabo”.

Respecto a su carrera, comenta que: “Obtuve mi primer título universitario en 1997, en la entonces Escuela Nacional de Agricultura (ENA) de Malabo, y luego realicé un curso de especialización en  botánica y gestión de herbolarios en la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica) y en la Universidad Agrónoma de Wageningen (Holanda). Y cinco años más tarde me licencié en Ciencias Políticas y Sociología”.

-¿Y cuándo empezó a trabajar?

-“Mi actividad profesional comenzó en el proyecto Conservación y Utilización Racional de los Ecosistemas Forestales de Guinea Ecuatorial (CUREF), con base en Bata, financiado por el Gobierno de Guinea Ecuatorial y la Comisión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo (FED). Como botánico en este proyecto, promoví la creación del Herbario Nacional de Guinea Ecuatorial (Laboratorio de Botánica), actualmente localizado en las instalaciones del Instituto Nacional de Desarrollo Forestal (INDEFOR) en Bata. Este proyecto contaba con algo más de 6.000 mil muestras botánicas, que fueron recolectadas en todo el territorio nacional, e identificadas científica y localmente. A nivel científico, describí varias especies nuevas para la ciencia, con importancia biológica, ecológica, nutritiva y medicinal, que se publicaron en revistas científicas internacionales.

De forma anecdótica, quiero señalar que, en una visita oficial del Presidente de la República y Jefe de Estado de Guinea Ecuatorial, S. E. Obiang Nguema Mbasogo al Herbario Nacional, tras valorar el trabajo científico desarrollado, recomendó que las investigaciones se centraran más en cuestiones que repercutiesen en la mejora de la vida de la población”.

Posteriormente, Crisantos Obama fue nombrado Director Nacional del proyecto CUREF y Director General del Instituto INDEFOR, así como Coordinador Nacional de la Comisión de Bosques de África Central, trabajo enmarcado en la necesidad de traducir la voluntad política de los Jefes de Estado de África Central en materia de gestión sostenible los bosques. “Uno de los logros más importantes de este trabajo fue la adopción del Plan de Convergencia de la Comisión de Bosques de África Central (COMIFAC), firmado por los Jefes de Estado de África Central en Brazzaville”, recuerda. 

En el año 2009, Crisantos Obama fue nombrado Representante de la Misión Permanente de Guinea Ecuatorial ante la FAO, abarcando igualmente las relaciones del Gobierno de Guinea Ecuatorial con las otras dos agencias de Agricultura de Naciones Unidas: el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), con sede en Roma. 

-Crisantos, ¿nos puede explicar en qué consiste concretamente su trabajo y sus responsabilidades?, ¿cuáles son los proyectos actuales en los que está involucrado como representante en la FAO?

-“Las funciones básicas de una misión permanente se confunden con las de su representante, concretándose en la representación del Estado, la negociación, la observación e información, la protección de los intereses, así como el enlace con la organización. La misión actúa como canal formal de relación e intercambio entre el Estado y el organismo acreditado y con los demás Estados miembros. El representante es el que encarna esta función de representación.

En cambio, mi labor cotidiana como representante, apoyado por el equipo técnico de la misión, se basa en la participación, discusión y negociación de instrumentos jurídicos que regulan la actividad de la organización, tanto a nivel internacional como a nivel de los países miembros. Participamos igualmente en el análisis de programas y presupuestos anuales de estas organizaciones. 

Actualmente, estamos implicados plenamente en el proceso de reforma de la FAO, para que esta institución mejore su capacidad de dar respuesta eficaz a las demandas de los Estados miembros. Y, en concreto, estamos siguiendo el proceso de implementación del Programa General para el Desarrollo de la Agricultura en África (CAADP), con el fin de que los países africanos cuenten con programas coherentes de desarrollo agrícola, adaptados a las realidades y necesidades específicas. Además y de manera precisa, el representante participa en diferentes comisiones formales detrabajo”. 

-¿Cuáles son, según su opinión, las grandes causas de que siga habiendo problemas de alimentación en el mundo?, ¿y cuáles serían las soluciones que deberían aplicarse?

-“Los factores climáticos, medioambientales y los cataclismos de todo tipo, por importantes que sean, están muy lejos de ser consideradas las únicas causas del hambre y la malnutrición en el mundo actual. Para aproximarse a la comprensión de este problema, conviene considerar todo un conjunto de causas, así como su interrelación. De manera resumida, agruparíamos las causas en base a categorías económicas, socioculturales y políticas.

Es primordial destacar que el hambre nace de la pobreza, y la seguridad alimentaria de las personas depende esencialmente de su poder adquisitivo y no de la disponibilidad física de los alimentos. Por tanto, las causas económicas  quedarían reflejadas en la definición de políticas económicas equivocadas, estructuras y costumbres poco eficaces, y en comportamientos deplorables en el ámbito moral. Además, está comprobado que algunos factores socioculturales aumentan el peligro de carestía y malnutrición crónicas: los tabús alimentarios, la situación social y familiar de la mujer, la falta de formación en las técnicas de nutrición, la precariedad del empleo rural y el desempleo en este espacio son otros factores que pueden acumularse y producir contemporáneamente malnutrición y miseria. A estos factores les podemos añadir el legado colonial persistente, la falta de promoción de conocimientos y valores propios y la fuerte incidencia de los sistemas de comunicación extranjeros, que debilitan cada vez más nuestra propia realidad sociocultural. Por ejemplo, pese a la enorme diferencia nutritiva existente entre una manzana importada y un aguacate o mango de producción local, muchos preferirían y valorarían más consumir la manzana importada que la papaya, aguacate o mango que puede ser fácilmente cultivable en su finca o detrás de su casa.

También, hay que destacar que el comercio poco justo, así como la especulación financiera de los alimentos y de la producción agrícola, son factores que dejan cada vez a más personas desprovistas de alimentos en el mundo. Sumadas a ello, están las políticas proteccionistas de muchos países industrializados, que subvencionan su agricultura, favoreciendo la producción de excedentes que se exportan a precios inferiores a los precios internos («dumping»). Una política proteccionista que es fundamentalmente contraria al interés general de los consumidores mundiales. En los últimos años, por ejemplo, en el África subsahariana, los mercados están cada vez más surtidos de manzanas y otras frutas importadas y, en efecto, poco nutritivas, en detrimento de papayas, piñas, mangos y aguacates de las tierras propias de la zona.

Atreviéndome a proponer algunas propuestas concluyentes, priorizaría la necesidad de establecer programas locales de alimentación y educar sobre la nutrición a la población; lo cual implica, en otras palabras y estrategias, en pensar en lo global y actuar localmente. Algunas organizaciones coinciden en la necesidad de regresar a las políticas diseñadas en función de las necesidades de la población de cada país y contar con la participación de los agricultores, respetuosos con el medio ambiente y la diversidad biológica. En otra perspectiva, la solución sostenible al hambre también puede estar en conseguir que las comunidades rurales de los países más pobres prescindan de la ayuda alimentaria, incrementando su propia producción para lograr la autosuficiencia alimentaria primero y la comercialización después. La ayuda alimentaria vale en casos excepcionales de crisis y emergencias, pero en nada significa lograr una solución a largo plazo”.

-Usted sabe bien del desconocimiento que hay sobre el auténtico desarrollo y la auténtica realidad de Guinea Ecuatorial. ¿Cuál es, según su criterio, la causa de que muchos medios den datos anticuados y ofrezcan una visión muy distorsionada de la realidad de Guinea Ecuatorial?

-“Efectivamente, existe un gran desconocimiento sobre la realidad de Guinea Ecuatorial en el exterior. Y lejos de cualquier connotación política o el interés de cualquier «lobby» exterior, Guinea Ecuatorial estuvo varios años desconectada del mundo y prácticamente aislada, además de ser una pequeña nación y la única de habla hispana en África. Pero con los avances, y tras lograr integrarse plenamente en la comunidad de naciones desempeñando un papel activo en el espectro nacional e internacional, muchos medios interesados, sin disponer de datos oficiales, recurren a cualquier información que circule por dudosas fuentes o redes para referirse a Guinea Ecuatorial.

Sumada a estos factores, está igualmente la capacidad limitada de los mecanismos de información y comunicación oficiales nacionales para difundir la realidad del país en el exterior. No en vano se libra una batalla actual, en este mundo globalizado de información, por el acceso y control de la información y de los medios de comunicación, como máximo exponente estratégico de dominación, propiciada por las grandes naciones y con el que los países en desarrollo salen en desventaja. Por cuanto que, al margen de que la difusión fuera objetiva o no, lo que cuenta es el nivel de cobertura mediática y la propagación a un público cada vez más extenso y diverso.

Con ello quiero reconocer el esfuerzo que despliegan los medios como la radio y la Televisión de Guinea Ecuatorial, la página web oficial del Gobierno, la Radio y Televisión Asonga, África 24 y los otros medios de comunicación. Un esfuerzo reconocido, pero no suficiente para rellenar el vacío mediático disputado con otras organizaciones cuyos intereses no son necesariamente claros para nuestro país; y capaz de neutralizar la visión extranjerizante que imponen los imperios mediáticos. Las instituciones de comunicación e información deben procurar crear conciencia pública y diseñar políticas y estrategias coherentes de información y comunicación, procurando garantizar mayor cobertura.

Quiero puntualizar que, en esta batalla por difundir la expresión real del pueblo de Guinea Ecuatorial y contrarrestar la información tendenciosa, y la influencia cultural foránea que inyectan otros medios de comunicación, no sólo debemos concentrarnos en la radio, la televisión y la prensa, sino en que también hay que tomar en cuenta igualmente la red social de internet y los denominados buscadores.

De todas maneras, el continente africano entero sufre el mismo fenómeno de desinformación, difamación y es ampliamente conocido como un continente de enfermedades incurables, de pobreza, de hambre, de sequía… de todos males que aquejan a la humanidad, con el único matiz positivo de ser el continente de los grandes mamíferos y de los bosques. En este nivel general, quizás fuera pertinente que el continente africano contase con su propio buscador de internet y prescindir de los mecanismos como Google, Yahoo, etc., aunque lo creo absolutamente difícil.

El esfuerzo institucional oficial de Guinea Ecuatorial en materia de información y comunicación debe asociar igualmente a las organizaciones internacionales de las Naciones Unidas basadas en Guinea Ecuatorial, respecto al análisis, elaboración y difusión de los indicadores de desarrollo nacional. Y con ello, argumentaría igualmente sobre el necesario apoyo que deben brindar las diferentes delegaciones diplomáticas en el extranjero; lo cual requeriría, además, de un refuerzo de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, procurando igualmente que los cables diplomáticos sirvan para ajustar y definir las estrategias de comunicación diplomática”.

-¿Cómo cree que ha cambiado su país en los últimos años?, ¿y cómo ve el futuro?

-“Sin lugar a dudas, la imagen física del país ha cambiado sustancialmente en el curso de los últimos años. Es impresionante el nivel de urbanización, siendo significativamente sorprendente ver cómo la mejora de las infraestructuras públicas se canaliza en todas las regiones, todas las provincias, todos los distritos y en todos los municipios del país.

Por tanto, puedo manifestar mi optimismo respecto al futuro de nuestro país, reconociendo el programa de modernización de las infraestructuras físicas, como un pre-requisito para el despegue económico, que debe ser secundado por la visión de un enfoque global de desarrollo que priorice la inversión en otros sectores productivos, para garantizar la auto-impulsión de la economía. Algo fundamental cuando dejen de tener protagonismo los recursos naturales no renovables.

Hay que congratularse por el esfuerzo del Gobierno en la promoción de una moderna infraestructura física en todo el país y, sobre todo, por su visión de acompañarlo con la mejora de la infraestructura institucional, muy necesaria para propiciar la precisa coherencia y eficacia en el funcionamiento de las instituciones, tanto públicas como privadas”.

-A nivel más personal, ¿cómo es su vida en Roma?, ¿cómo suele ser un día normal de su jornada de trabajo?, ¿hay más ecuatoguineanos en la ciudad?

-“A nivel personal, procuro llevar una vida normal en Roma, dedicándole el tiempo necesario a la familia y al deporte. Al igual que hago en Guinea Ecuatorial, me dedico a jugar el fútbol con los vecinos y practico igualmente el «footing» y el ciclismo.

Roma es la capital de la cristiandad y, de la misma manera, como cristiano adepto, las actividades religiosas forman parte de mi dedicación en los fines de semana.

Y en mi jornada normal de trabajo, me dedico a leer informes y documentos, los artículos de prensa; controlo el correo electrónico y posta y, como tengo un blog personal, a veces me dedico a redactar pequeños artículos de actualidad internacional y a colgarlos en este blog.

En Roma hay pocos guineanos. Mantengo una relación cordial cercana con todos los que estamos aquí, aceptando visitas improvisadas y compartiendo la mesa con cualquiera que llega a la hora justa. Mantenemos igualmente una conexión estrecha con las autoridades de la embajada de Guinea Ecuatorial ante el Quirinal, el Gobierno de Italia”.

-¿Le gustaría mandar saludos especiales a su gente de Guinea?, ¿a quiénes concretamente?, ¿qué cosas echa de menos de su país?

-“Me gustaría enviar saludos especiales a todos mis compatriotas guineanos, sobre todo a los colegas que trabajan en pro de la gestión sostenible de los bosques para la protección del medio natural. 

Y no puedo dejar de saludar de forma especial a los miembros de mi familia, mis hermanos y hermanas, primos y primas, tíos y tías y, de forma especial, a mi madre, Lucía Engonga, sin olvidar a mis amigos en Bata y Malabo.

Cosas que echo de menos aquí: dormir debajo de un gran árbol del Parque Nacional de Monte Alen, en el límite de Niefang-Evinayong; visitar la playa donde ponen los huevos las tortugas marinas, en Ureca o el Parque Nacional de los Altos de Nsork; ver nadar a flor de agua a los pulpos de la isla de Annobón; disfrutar de las arenas blancas de Corisco y, sobre todo, sacar fotos inéditas de la rana Goliat de la Reserva Natural de Río Campo”.

-Cualquier otra cosa que nos quiera añadir…

-“Quiero añadir el sentimiento de amor a mi país, Guinea Ecuatorial, que brota desde mi corazón. Y como a cualquiera, me gustaría que mi país fuera ejemplar en el mundo en todos los aspectos y cada vez más próspero y sociable.

Creo que para garantizar la prosperidad social y el bienestar de nuestro país, debemos recuperar los valores que desde antaño caracterizan al guineano, como la humildad, la honestidad, la sinceridad, el respeto por la familia y las instituciones oficiales, entre otros. Debemos secundar el espíritu de trabajo, y luchar por la erradicación de los vicios que aquejan hoy a nuestra sociedad, para la felicidad de toda la comunidad. Hay que tener presente que la felicidad es el uso inteligente de nuestros deseos, y no es precisamente la obtención de todo lo que queremos en la vida”.

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.